lunes, 2 de mayo de 2011

Bifurcaciones sobre feminismo


El devenir arrasador de un movimiento que estaba cocinándose desde el mismo inicio de la existencia, tuvo su mayor auge en los años 60´s.
Es a partir de ese momento en donde comienzan a surgir ideas aparentemente liberadoras respecto a la sublevación  y la “emancipación del género femenino”. Si bien es cierto; la desventaja; lo injusto; la inequidad estuvieron y siguen estando marcadas en la presencia cultural del entorno femenino, hoy las cosas han tomado un rumbo diferente, se han creado movimientos  en los que la principal consigna es recobrar el respeto y el trato equitativo para la mujer.
A diferencia de lo que se pudiera pensar, el tomar el movimiento feminista como una vanguardia, como una lucha solidaria y necesaria, nos ha revelado que   el camino se ha encargado de conducirnos por vías que evidentemente no son del todo apropiadas, el mismo sistema identifica la potencia de un fuerza de resistencia y se encarga de retomarla, suavizar y acomodar todo un escenario para construir una obra elaborada por los mismos represores.
Dicho de otra manera el feminismo (incluso el feminismo radical) ha sido absorbido por el aparato cultural, actualmente se aparentan movimientos de lucha por la igualdad de géneros pero son como una epidemia que se expande hasta el último rincón existente de este planeta.
Nos venden comerciales, asociaciones, organizaciones legales para velar por los derechos de las mujeres, incluso dentro de los movimientos subversivos. En los grupos que se encuentran “fuera” del sistema se crean colectivos con ideología feminista (hasta anarquistas) en donde parte de su organización incluye: conformar un grupo de trabajo integrado solo por mujeres, hacen revistas, congresos, entre otras actividades.
Esta tendencia feminista, nace del orgullo; de las propias vivencia de un ser violentado y surge como reacción a situaciones indebidas y evidentemente relacionadas con el poder.
El discurso feminista emplea términos en los que incluyen los conceptos de igualdad o equidad, se colectiviza de manera segmentada una red que anula cualquier sesgo de identidad, pierde la intimidad de ser.
Esto resulta contradictorio a medida de que movimientos como el feminismo buscan insistentemente conseguir un respeto una valoración a lo que representa su ser, pero lo hacen esperando la aprobación de ciertos sectores que representan el poder. Es contradictorio porque se pide respeto como persona, como ser, como un sujeto único; con identidad, pero operan por medio de discursos que se encuentran fuera de los límites que dan sentido al ser a tener una identidad. Sin si quiera sospechar se encargan de construirse categorías; se encasillan, y no se dan cuenta que parte de la dominación maniobra  categorizando; catalogando.
Los discursos, al igual que los silencios, no están de una vez por todas sometidas al poder o levantados contra él. Hay que admitir un juego complejo e inestable donde el discurso puede, a la vez, ser instrumento y efecto de poder, pero también obstáculo, tope, punto de resistencia y de partida para una estrategia opuesta ( Foucault 1997:123).
Las nuevas tendencias y el aparato mediático se han encargado de vendernos discursos sobre los derechos de la mujer, la reivindicación de su papel en la sociedad, pero estos disertaciones están construidas a su manera y antojo. No olvidemos que somos una generación esclava de los medios de comunicación y  los aparatos de poder utilizan los medios para generar una tesis y respecto al pensamiento de Foucault  los discursos del poder se mezclan con el poder del discurso, este mismo es utilizado en este caso para la dispersión para formar un canon, y a mi punto de vista un feminismo que puede ser comparable con las tendencias machistas, es decir: ¿Por qué trabajar por un género?  ¿Por qué hacer una separación? Existen sujetos sexuales: hombre y mujer pero ese mismo pensamiento nos incita a perder el sentido de la individualidad de crear conceptos de perder la característica individual que nos convierte en sujeto.
Nos invita a pensar en ideas morales, a las separaciones que han marcado la historia de nuestra existencia; los conceptos morales; lo bueno y lo malo; lo cierto y lo falso; Hombre y mujer, dogmatizan por medio de discursos hasta lo que se encuentra fuera de ellos, se olvidan de las identidades múltiples, creación de lo innegable y evidentemente relacionado con lo real y lo falso.
Independientemente de todo lo expuesto con anterioridad, la idea no es entrar en discusión sobre si algo es verdadero o no, en tal caso ¿Quién soy yo para definirlo? O ¿Quién eres tú para aprobarlo?
Damos por hecho que las cosas siempre han existido por sí mismas pero para que cada una de los objetos, humanos o inanimados adquieran sentido, se necesita de un contexto, de una interpretación, del mismo lenguaje.
 Los seres humanos tenemos la mala costumbre de llamar las cosas por su nombre, de crearnos un concepto, aceptarlo tal y  como aparentemente es.
Nada existe por sí mismo, la identidad femenina que coexiste hoy en realidad nunca existió por sí misma, se formó de acuerdo a los intereses y las necesidades de determinado momento de la historia. Los malos hábitos se acuñan fácilmente, y el poder es un mal hábito que hasta hoy se ha visto reflejado en algunos sectores de individuos que incluyen dentro de segmentos a los que llaman “discriminados”.
Las posturas feministas han emergido como un movimiento que busca la libertad, pero una libertad como una cosa independiente, fuera de los esquemas del poder, pero aun no concibe que el sujeto en este caso la mujer que lucha por respeto; por  su propia identidad,  tiene que actuar por sí misma, desde la poca libertad que la mantiene, no a través de discursos que están fuera  de su límite de libertad.
Nadie me representa, sólo yo misma.

Robotina Margarita

Continúa la indiferencia para los migrantes indígenas en Sinaloa



La migración indígena constituye un problema importante pero poco difundido.

Sinaloa, México es uno de los estados con mayor porcentaje de migrantes, año con año al iniciar las labores de cosecha en los múltiples campos del estado, arriban grupos de diferentes etnias indígenas, principalmente del sur del país.

Cada un@ de l@s migrantes se visualiza emergiendo de la pobreza y el estancamiento cultural, paradójicamente dicho panorama asume una realidad inversa.

La travesía es muy  larga; notablemente dotada de carencias disfrazadas de grandes mentiras e historias destinadas al abuso, así como a la pérdida de identidad respecto a la cultura en donde se forjaron los cimientos de nuestra historia.

Los trabajadores del campo primeramente son traídos a trabajar a una tierra que no les pertenece, esto con engaños de los llamados camioneteros quienes prácticamente trafican con su fuerza de trabajo  mientras reciben dinero a cambio de cada persona que lleva a los campos.

En numerosas ocasiones dichos trabajadores no son aceptados en los valles agrícolas y simplemente son abandonados a su suerte en las ciudades sin dinero; trabajo;  en situaciones extremas; con dificultades para hablar el idioma español.

Por otro lado  cuando los trabajadores son aceptados dentro de los campos, se  sitúan familias enteras en cuartos de 2 x 2 m o de 3x3m y  cuando la temporada es muy alta sitúan hasta dos familias por cuarto o bien alrededor de diez personas.
Es ahí cuando comienza a perderse la intimidad; con la inserción de personas desconocidas; no pertenecientes al mismo núcleo familiar.
El Alcohol y las drogas funcionan como único escape de la impotencia por el rigor de llevar una vida basada en abusos. Consumen drogas que los transforman en seres violentos hasta el punto de llegar a cometer actos deplorables como abusos sexuales.
Carencias, tales como la falta de alimento, la crudeza del calor a la que involuntariamente tienen que enfrentar son parte del día a día en la vida de un/a migrante indígena.

La mayoría de los campos no cuenta con instalaciones adecuadas, sometiendo a una carencia existente de la satisfacción de las necesidades básicas, es decir la precariedad se hace presente al puntualizar que en gran parte de las comunidades ni siquiera se cuenta con el servicio de agua potable, los baños son sustituidos por letrinas que con el paso del tiempo se convierten en un fuerte foco de infección. No cuentan con consultorios médicos y la  mayoría de los trabajadores no son beneficiados con seguro medico.

La educación en las escuelas rurales es impartida por estudiantes de secundaria, preparatoria y universitarios inscritos en programas como el CONAFE sin conocimiento de los dialectos hablados por las comunidades indígenas y sin cumplir con el perfil necesario para desarrollar un buen programa de estudios  lo que se  vuelve directamente perjudicial para el aprendizaje de l@s niñ@s.

Otro de los factores desfavorables en el funcionamiento del campo son las carentes medidas de precaución para manejar sustancias químicas, es decir no les proveen de equipos necesarios para preservar la salud, están en contacto directo con sustancias dañinas y cancerigenas a largo plazo.

Bastantes historias se han escrito en un contexto trágico por accidentes o decesos de pequeños niños por negligencias laborales, aun cuando la ley es muy clara la existencia de niños trabajando en el campo es una cruda realidad.

No siendo esto suficiente, la discriminación ha sido el peor enemigo a vencer, la gente de las ciudades siguiendo un rol de supervivencia emocional, ha hecho notar incontables veces su supuesta superioridad traducido a miedo por parecer menos occidentales adoptando la errónea creencia de que entre menos se acepte la existencia de un pasado con raíces indígenas y adoptando la postura de un conquistado como símbolo de progreso o evolución, su identidad de superioridad esta intacta y aparentemente a salvo.

La discriminación es la base de toda esta desafortunada situación o bien una cosa lleva a la otra, lo cierto es que esta realidad sobrepasa todo lo examinado sobre el tema y aunque el caso es de cocimiento nacional  no es de ningún modo una razón para subestimar la magnitud del problema. Es claro que existe un registro de abuso pero resulta increíble pensar que no existe una intervención directa que regule toda esta violencia y discriminación.

Los derechos humanos están siendo violados asiduamente en los valles agrícolas.
Aun sabiendo  que la migración indígena constituye uno de los pilares principales para la economía del estado de Sinaloa,  el resultado de una fuerza de trabajo se reduce a: indiferencia y maltratos psicológicos producidos por actos discriminatorios.
Mientras esta sociedad avanza a una aparente evolución, la frialdad se apodera de los sentidos primordiales de la humanidad.. La apariencia marca un punto de partida  y la utilización se convierte en cotidianidad para quienes anhelan un mejor futuro para sus familias.
Es necesario reconocer el problema, que los ojos del mundo se posen ante la terrible situación que se vive en la travesía de estos grupos indígenas, la discriminación debe desaparecer al igual que todos los abusos en los que se encuentran inmersos nuestr@s hermanas indígenas.

Robotina Margarita